viernes, 1 de octubre de 2010
La columna de JAPEGO
Siempre se ha dicho cuando hay una comunicación permanente en cualquier actividad se llega a conclusiones favorables; mucho más habando del deporte donde la participación puede ser individual o colectiva, este proceso permanente observado casi a diario nos trae a la reflexión para poder opinar sobre el accionar de los componentes ineludibles en la práctica de los deportes.
En toda disciplina deportiva hay alguien que controla el tiempo, otro que orienta o dirige a los participantes, para precisar es necesario aclarar que el árbitro o juez son sinónimos , pues ellos cumplen la función de hacer cumplir el reglamento dentro y fuera del terreno de juego , porque abarca mucho mas allá su responsabilidad. Además se puede agregar como la persona o juez elegida para definir cualquier conflicto entre dos partes. Al margen de todo lo que podamos mencionar el árbitro es la máxima autoridad ya que sus decisiones son inapelables, por ser una persona de influencia en su área mientras dure su accionar como tal.
Ahora bien, otro de los componentes para que una disciplina deportiva tenga el éxito deseado es la participación del Director Técnico y/o Entrenador, vale resaltar con letras doradas, porque es aquel que se dedica a entrenar a otras personas para que desarrollen una actividad física a partir de la enseñanza de principios técnicos predeterminados y del aprovechamiento de las cualidades naturales del individuo. Si todo esto lo trasladamos a la persona que se dedica a la dirección técnica de un equipo deportivo, designando los jugadores que deben jugar en cada partido y la función determinada que cada uno debe desempeñar, entonces comprendemos que un técnico o entrenador debe ser una persona proba, imbuido de una pedagogía y manejo didáctico, más claro un PROFESIONAL con letras mayúsculas, no un improvisado cuyos saberes encontró en las calles, con una formación deficiente, porque un profesional diseña un proyecto o programación deportiva acorde a los objetivos a que quiere lograr y a que tipo de participantes quiere transmitir sus conocimientos.
Entendemos la intención y el deseo de enseñar a personas ávidas de incrementar sus conocimientos para sacar provecho en el momento más preciso que crean conveniente, además están en todos sus derechos, pero esto implica que deben preocuparse para dedicarse a tener mejor manejo de la situación para no hacerlo empíricamente en base solo a sus conocimientos y experiencias adquiridos en algún momento. Quizá el mensaje a la cual queremos llegar va precisamente para que en el futuro tengamos técnicos o entrenadores más probos, ambiciosos en manejar el currículo para sea un constante aprendizaje entre ambas partes, ya que a diario aprendemos y eso termina recién con la muerte.
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